Con una rueda de la fortuna que se notaba a una gran distancia, luces que alumbraban toda la desembocadura del río Ozama en el mar Caribe y una electrizante música que llenó de emoción a todos los presentes en Punta Torrecilla, se desarrolló la quinta entrega del Festival Isle of Light.
El sábado fue la primera jornada, con propuestas como las de Salt Cathedral, Pompeya, Washed Out y los colombianos Li Saumet y Simón Mejía, líderes de Bomba Estéreo. Anoche, y hasta la madrugada de este lunes, había una nueva cartelera que incluía al puertorriqueño Bad Bunny.
Este festival se ha convertido en todo un evento que reúne diversos grupos artísticos año tras año bajo el Faro de Torrecilla y por quinta vez bajo este nombre, ya que antes del 2013 era llamado “Bacanalia”.
Liyeira Nova, una de las que ha frecuentado desde el 2009, expresó encantarle todo el evento por el estilo de la música.
Era perceptible las emociones a flor de piel de los jóvenes que se conglomeraban frente a la tarima provista de una enorme pantalla que proyectaba imágenes de palmeras coloreadas con tonos rosas, televisores antiguos y figuras geométricas, convirtiendo el concierto en mágicamente vibrante.
Con las estrellas reflejadas por el cielo y la noche cayendo en la ciudad, el dúo colombiano Salt Cathedral subió al escenario principal cantando sus éxitos más recientes, como el destacado “No Love”.
La propuesta colombiana liderada por Juliana Ronderos y Nicolás Losada se ubica en los sonidos del rock-pop experimental, con toques de folk y que algunos pudieran sentir influenciados por bandas como Radiohead o Bjˆrk.
“Busco escuchar nuevos sonidos, nuevas propuestas y ahí viene el punto de lo alternativo”, dijo Annel Cardenes, quien destacó su predilección por la música en general y que la disfruta sin importar el género.
Mientras los colombianos bajaban del escenario, las personas se dedicaban a degustar la variedad gastronómica o mirar los objetos de artesanías.