La obesidad puede incrementar el riesgo de hasta 13 tipos distintos de cáncer en adultos jóvenes al intensificar los mecanismos celulares que promueven el desarrollo de esta enfermedad, según un equipo de investigadores de la Universidad Case de la Reserva Occidental en Cleveland (EE.UU.).
En el marco de este estudio, publicado el sábado, se analizaron datos de más de 100 investigaciones con animales, ensayos clínicos y estudios epidemiológicos para buscar una explicación a este aumento del cáncer en adultos jóvenes, y como consecuencia los expertos identificaron el papel que puede jugar la “pandemia” de obesidad infantil y juvenil que afecta desde hace años a la mayoría de países desarrollados.
Los expertos han encontrado que los jóvenes con un índice de masa corporal (IMC) de más de 30 son más propensos a desarrollar tumores malignos de mama, colorrectal, riñón, endometrio, tiroides, páncreas, hígado, mieloma, gástrico, meningioma, ovario, esófago y vesícula. Igualmente, la obesidad infantil puede tener un efecto duradero que derive en cáncer más tarde o más temprano.
“Si eres obeso, tienes un mayor riesgo de cáncer. Y si pierdes peso, mejora el pronóstico y puede reducirse el riesgo, pero nunca desaparece por completo”, afirma Nathan Berger, uno de los autores del estudio.
De hecho, la obesidad causa cambios en el ADN que pueden acumularse con el tiempo, e incluyen marcadores genéticos y modificaciones epigenéticas que permanecen hasta mucho después de una pérdida de peso.
De igual manera, la investigación confirma que la obesidad promueve el cáncer por múltiples vías simultáneas. “Incluso si una vía se bloquea con éxito, el cáncer inducido por la obesidad toma otro camino”, detalla.